domingo, 20 de abril de 2008

Eternos Beatles... (sí, de nuevo)

A principios de 1966, los Beatles dieron su última gira y se dedicaron a descansar durante unos tres meses, el descanso más largo que habían tenido desde 1962, cuando la fama empezó a llevarlos por un largo y sinuoso camino.
A principios de abril entraron a los estudios Abbey Road con la intención de grabar un nuevo álbum, sin nombre todavía, pero para el cual tenía ya una docena de canciones armadas. El disco se llamaría Revolver, y la última canción de las 14 que lo conforman, Tomorrow Never Knows, fue la primera que grabaron. Y fue algo que nunca antes se había escuchado. En ese momento los Beatles inventaron el loop.
En términos sencillos, el anglicismo loop define a uno o varios fragmentos musicales (samples) sincronizados en uno o varios compases los cuales, cuando se los reproduce en secuencia una vez tras otra dan la sensación de continuidad. Pues bien, Tomorrow Never Knows fue la primera canción en que se emplearon loops.
Dice la Wikipedia: “Las repeticiones se utiliza en la música de todas las culturas, pero los primeros músicos en utilizar los loops como técnica principal de desarrollo fueron Pierre Henry, Edgard Varèse y Karlheinz Stockhausen. La música de Stockhausen estaba influenciada por el grupo The Beatles y sus trabajos se basaban en grabaciones de este grupo encadenadas y retocadas”. Así es que, amigos del alma, los géneros actuales como el hip hop, trip hop, techno, drum and bass, el dub y su parentela le deben mucho a los Beatles. Y ni siquiera se lo imaginan.
Tomorrow Never Knows es una rola pacheca, inspirada directamente por las experiencias de John Lennon con el LSD, una droga sintética poderosa y devastadora. La distinguen, aparte de los cinco loops que le dan cuerpo, el ritmo hipnótico y el sonido incomparable de la batería de Ringo Starr, tocada con un par de timbales destensados y grabada con eco y muchísima saturación. También fue notable la voz de Lennon, procesada en parte con un invento de los estudios Abbey Road, el ADT, doblador automático de pistas, y por otra al hacerla pasar por el altavoz giratorio de una caja de Leslie, con la idea de que sonara como el Dalai Lama y un millar de monjes cantando en la cima de una montaña.
Otra innovación importante fue la nota sostenida, o en pedal, que había estado ausente de la música occidental desde el siglo XII. La influencia de la música de la india trajo a Tomorrow Never Knows una textura única, en la que no hay progresión de acordes sino una sola nota sostenida, experimento que habría de extenderse a rolas como Rain y Paperback Writer, del mismo disco.
Ahora quizá no sea novedad, pero en 1966 Revolver fue un parteaguas en la historia de la música popular como una obra cumbre de la experimentación sonora y vital, y más notable lo hace todavía el hecho de que apenas cuatro años antes esos cuatro fulanos todavía estaban cantando ñoñerías del tipo yeah-yeah-yeah.
En sólo dos años las drogas dejaron inutilizados a los Beatles, quienes después de Revolver produjeron todavía, a pesar de ellas, su obra magna El Sargento Pimienta. Para 1968 ya no eran siquiera la sombra de lo que llegaron a ser. Pero esa es otra historia.
Escucha las tomas de Tomorrow Never Knows, los loops y demás aparataje que la acompañan bajándote las sesiones de Revolver del blog hermano, especializado en los Beatles, Octaner:http://octaner.blogspot.com/2007/07/revolver-sessions-disc-1-granny-smith.html

1 comentario:

  1. Y los bealtes le deben todo a Martin...


    Basta de creer que Los beatles invetaron la musica.

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