lunes, 5 de enero de 2009

2009

Bien, terminó 2008 y empezamos 2009. Luego de todo este maratón de fiestas y buenos deseos las aguas vuelven a la normalidad, si es que tal normalidad existe. Esta bitácora desmadrada y anárquica está por cumplir un año... y no sé muy bien qué pensar todavía.
Cuando empecé a escribirla mi expectativa no rebasaba las 500 visitas al año. Veo con sorpresa que rebasaron las 2 mil, cifra que me gustaría redondear ahí porque cada que entro a actualizarla yo mismo le doy algunas entradas al contador.
Confieso no tener la menor idea de quiénes son ustedes, lectores hipotéticos, ni cuáles son sus motivaciones para venir a leer esta pachequeces. Ya les dije: mi padre pensó toda su vida que escribir es tarea de huevones, y que leer ni se diga, sobre todo porque me veía cómodamente instalado (a mí), con una jarra de dos litros de café y una cajetilla de Delicados con filtro, degustando mis libros predilectos, que en los días de mi juventud eran demasiados. Igual que ahora, debo decirlo también.
De modo que esta bitácora es una muestra más de terquedad, vicioso como soy de la música y de los libros. Ojalá logre yo transmitirles parte de mi entusiasmo, del pasmo que me produce todavía leer un libro o escuchar una rola. No hay nada parecido sobre la faz de la tierra. Y si a ustedes, hipotéticos lectores de esta bitácora, les da curiosidad al menos por compartir alguna vez mi entusiasmo, mis filias y mis fobias, me daré por bien servido.
Salud, y que 2009 sea un año de mucho rock and roll para todos.
Ah, les dejo la segunda parte de mi texto. Ojalá les parezca más o menos rescatable.

No hay comentarios:

Publicar un comentario