miércoles, 6 de abril de 2011

Black Magic Woman/Gypsy Queen

Esa canción me lleva de regreso, irremediablemente, al verano de 1979. Luz Eréndira Matamoros era mi amiga y vivía muy cerca de la escuela. Con ella, con Leticia y con Gerardo Romo, El Pollo, habíamos formado una especie de cofradía cuyos fines iniciales eran el estudio exhaustivo del álgebra y la trigonometría, con el fin de superar los escollos que el profesor Uzcanga nos puso en el camino del conocimiento.

Como les dije, Luz Eréndira vivía con su hermana y cuñado en una casa cercana a los terrenos de la prepa. Al principio no éramos amigos, pero cuando compartimos el aula del cuarto semestre nos unió la antipatía hacia el profesor Uzcanga, un enano bigotón que gozaba humillando a los alumnos y que estaba dispuesto a pasar sobre nuestros ignorantes cadáveres. No permita la virgen que tal iniquidad tuviera lugar.

Luz Eréndira tocaba el piano. Me gustaba escucharla en la estancia en penumbras, mientras la mente se me iba hacia ninguna parte. Al atardecer, entraba luz a raudales por las cortinas entreabiertas de la sala. Luz Eréndira tocaba el piano y la atmósfera se trastocaba en algo mágico, que puedo describir con palabras. Luego era necesario estudiar trigonometría.

Una tarde estuvimos poniendo discos. Curioseando entre la colección del cuñado (que no valía mucho la pena, por cierto) encontramos un disco de Santana llamado Abraxas. Wow. Un par de años antes yo había contraído el mal de Hesse, que consistió en leer lo más posible de ese autor, aunque confieso que algunos de sus temas me eran incomprensibles. Me impresionó particularmente Demian, una novela muy viajada. Ahora no recuerdo gran cosa de la trama, creo que era sobre un tipo muy extraño y la impresión que causaba en su amigo, algo así. No obstante, recuerdo con claridad un par de frases: “El ave rompe el cascarón. El cascarón es el mundo. Del mundo surge un nuevo Dios. El Dios se llama Abraxas”.

La cosa es que en el famoso disco de Santana había (hay) una canción potente e inolvidable, Black Magic Woman/Gypsy Queen. La escuché esa primera vez y nunca dejé de escucharla. Y eso que la onda rumbera y de chunchaca de Santana no es lo mío.

Black Magic Woman/Gypsy Queen empieza con cierta timidez, como no queriendo. Un órgano que ahora se escucha retro, las percusiones y los slides de la guitarra del buen Carlos. La rola es de la autoría de Peter Green, cierto, pero Santana y su banda la convirtieron en todo un alucine, sobre todo en la parte del solo final, al hacer un meddley con Gypsy Queen, de Gábor Szabó. Es allí donde los percusionistas se volvieron locos.

Escucho y escucho esa rola sin cansarme. Y me sorprende todavía la potencia de la sección rítmica y de todo lo que ocurre con los instrumentos de percusión. Luego de un solo de piano, de dos estrofas cantadas por Greg Rollie, de un solo de guitarra y de una estrofa más, el grupo se prepara para el gran final, con una versión modificada de Gypsy Queen.

Es un viaje para el cual las descripciones quedan cortas, de modo que acá les dejo un enlace a Youtube. Escuchen ustedes el agasajo que inventaron para la posteridad con las congas, los timbales, la batería, la tabla y los bongós de José Chepito Areas, Mike Carabello, Rico Reyes, Steven Saphore y Michael Shrieve. ¡Canela pura!

1 comentario:

  1. Excelente melodia!!

    Buen gusto tiene, le sugiero de Santana por igual, una cancion titulada "Jingo"

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